Creo que el poeta, obviamente aparte de ser el oficio del que escribe versos mas o menos afortunados, implica también una determinada actitud ante la vida, ante el mundo y ante los demás.
Puede suceder que un poeta no escriba nunca ni una sola línea de la misma manera que puede ocurrir que un panadero, un repartidor de pizzas o un pescador compongan alguna vez algún poema decente. Eso si, para que ocurra ésto último es imprescindible el amor a toda la parte interna de la realidad y cierta formación intelectual/ académica que proporcione algunos modelos previos y que permitan a estos escribidores de versos focalizar su originalidad fuera de su percepción sensorial rutinaria.
(... nunca consigo explicar esto muy bien ...)
Escribidor de auto-terapias en prosa o verso, siempre.
Poeta, nunca.
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