08 marzo 2013

07/ 03/ 2013

Mañana de domingo, después de una noche de fiesta y aún colocado.
Lugar impreciso en medio del campo. Es una empinada cuesta. Tengo un enorme barril de madera y como estoy aburrido, decido tirarme con el barril por la cuesta. Según voy avanzando veo que a ambos lados hay familias enteras con sus niños, comiendo, charlando y disfrutando de su día de descanso.

Me llevo a centenares de personas por delante con el barril: mayores, padres, madres y niños.
Llego al final de la cuesta y una marabunta de gente llega corriendo para agredirme, recibo insultos y varias patadas. Un hombre mayor consigue al fin detenerlos. Siguen llegando mas personas, incluso un ganadero con sus reses aparece allí, todos van haciendo un corro a mi alrededor. El mismo hombre que paró la sangría me pide mis datos,  DNI y dirección.
Yo, cabizbajo y avengozado, los escribo en un cartón.

No hay comentarios: