18 febrero 2022

lo de nombrar a este espacio y a la persona que escribe en latín no deja de ser una ironía o un chiste que solo entiendo yo. siempre lo aborrecí, y mi puñetera profesora de secundaria (típica profesora joven, estirada y con gafas de las que suelen recrearse en las películas X) no ayudó en nada. me prohibió asistir a clase y tardé mas de 3 años en conseguir aprobar. el problema no tenía que ver con mi capacidad: bastantes años después y con el cerebro aún embotado por los excesos, conseguí aprobar (con ayuda) a la primera en el primer curso de la licenciatura (y ahí me quedé)


y ahora comentaré algo sobre esta ayuda: en una academia conocí a una chica que daba clases particulares de letras a alumnos de primaria y secundaria (ella era recién licenciada en filología creo), era de mi misma edad, aunque sus años universitarios obviamente los pasó aplicándose y no drogándose como yo. para ella era un reto (y no fácil) conseguir que aprobase latín de primero de licenciatura, y lo superó. nos llevábamos muy bien, incluso me dejó algunos libros para otras materias y le di a leer algún verso mío.

me gustaba.


tenía un novio gilipollas, al que conocía de vernos los fines de semana en los bares, y que cuando se enteró de que yo tomaba cocaína venía siempre a pedirme que le invitase, como si yo fuera el puto pablo escobar. le invité algunas veces (solo por acercarme a ella) y eso que el imbécil tenía que andar escondiéndose porque ella no sabía nada. Así siguió todo, hasta que una nochevieja se pasó con la bebida, dejó a su estupenda chica tirada dentro del bar y apareció afuera mas pesado que nunca a pedir droga gratis. ya no me pude aguantar:



-  se acabó. vete a tomar por el culo. haz el favor de ir a atender a tu chica, a la que has dejado tirada ahí dentro, te aseguro que yo si que sabría como atenderla.



el idiota desapareció, y no sé lo que se dijeron los dos. nunca volvieron a dirigirme la palabra.

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