- A bordo
Fiestas en Ponferrada acompañado de mi hermana. Mucho alcohol y mucha droga.
Y vuelve a aparecer ella, con su melena oscura y su heroína, y yo vuelvo a caer, drogado de chinos y de sus besos.
Al día siguiente, ya la estoy echando de menos y la llamo por teléfono. Está en otra ciudad, drogada pero en otra compañía. Mi hermana se alegra.
- 15 años después, con otro amor, con otra vida, empiezo a tener claro que necesito un trasplante de subconsciente. O que amores que matan nunca mueren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario