19 enero 2023

Filias

Amo casi cualquier libro, desde un manual de programación hasta una antología poética.
Amo la música hecha desde el corazón, sobre todo si no te conoce ni el vecino de al lado.
Amo a mi familia y a los dos que siempre estuvieron y que también son familia.
Amo madrugar, y la hora del alba.
Amo, mil veces lo he dicho, el océano y cada piedra que desgasta el agua salada.
Amo el cine de Alfred Hitchcock y David Lynch.
Amo el mezcal y el tequila.
Amo la camaradería que surge en el trabajo los días de pesca fuerte.
Amo a mi esposa.
Amo a todos los felinos.
Amo Lastres siempre, y Castropol, a pesar de todo.
Amo una buena comida con un buen vino tinto.
Amo recordar, según el día.
Amo olvidar, según el día.
Amo a todas las mujeres de pelo oscuro.
Amo el Norte, como ámbito geográfico y como estado de ánimo.
Amo a todas las personas poseedoras del ojo de la intuición,
Amo a Cristina Lliso.
Amo la buena alimentación y el leve ejercicio físico que me hacen sentir bien.
Amo las hamburguesas del Burger King y el sedentarismo que me hacen embotarme.
Amo las caretas que son arrojadas al suelo.
Amo a todos aquellos que no tienen smartphones ni redes sociales.
Amo a todos los mendigos y desheredados de la Vía Láctea.
Amo Tristan Da Cunha y todas las islas que nunca llegaré a conocer.
Amo a los rusos, a los ucranianos, a los bielorrusos y a los kazajos.
Amo dormir la siesta.
Amo a los cirujanos y a los responsables de la Organización Nacional de Trasplantes.
Amo a todas las personas que alguna vez me despreciaron y me ridiculizaron.

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